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Around the Block, edición número 9: llegan las guerras entre protocolos de DeFi

Introducción: la gestación de una guerra en la cadena de bloques

Around the Block, de Coinbase, aclara ciertos temas clave relacionados con el sector de las criptomonedas. En esta edición, Justin Mart habla sobre el nacimiento de las guerras entre protocolos de DeFi y analiza otras noticias destacadas del sector.

Las aplicaciones basadas en la cadena de bloques son abiertas y transparentes por naturaleza. Esto representa una gran ventaja, ya que cualquiera puede analizar el proyecto para verificar que todo funciona correctamente. No obstante, también está la otra cara de la moneda. Debido a que el código fuente es público, resulta muy sencillo copiar los proyectos existentes (o, lo que es lo mismo, «bifurcarlos»), cambiar un par de cosas y lanzar una nueva plataforma para competir en el mercado.

A medida que crece el ecosistema de las DeFi, algunos proyectos están empezando a tener una gran cabida dentro del mercado y a generar grandes flujos de ingresos. Por tanto, no es de extrañar las guerras entre protocolos, generadas por el hecho de que cualquier persona puede bifurcar un proyecto de éxito y tratar de robarle su cuota de mercado, susciten cierta preocupación entre los los miembros de la comunidad. Veamos un ejemplo.

La primera guerra entre protocolos: Sushiswap vs. Uniswap

Las guerras entre protocolos surgieron a finales de agosto, cuando un grupo de desarrolladores anónimos anunció de manera repentina el lanzamiento de Sushiswap, un nuevo intercambio descentralizado (DEX) que resultaba ser una copia casi exacta de Uniswap, con una pequeña diferencia: la incorporación del token $SUSHI, que servía como token de gobernanza (es decir, permitía a sus propietarios votar en propuestas y modificaciones) y ofrecía la posibilidad de acumular el 0,05 % (5 bps) del volumen de negocio total de la plataforma.

La introducción del token $SUSHI no representaba un movimiento revolucionario, pero Sushiswap sostiene que su modelo ofrece mejores incentivos a los proveedores de liquidez (LP, por sus siglas en inglés). De ser así, esta nueva plataforma podría obtener un mayor nivel de liquidez que Uniswap, lo cual conllevaría una mejora de la ejecución de las operaciones y, en última instancia, un incremento de volumen para Sushiswap. Este mercado es bastante significativo ya que, actualmente, Uniswap genera más de un millón de USD al día en comisiones, las cuales están principalmente destinadas a los LP.

Pero eso no es todo. Sushiswap también ha incorporado el yield farming como mecanismo pensado para una distribución justa de los tokens y como estrategia para transferir liquidez de Uniswap a su protocolo. El funcionamiento es el siguiente:

  • Se provee liquidez (como ETH o USDC) a ciertos fondos comunes de Uniswap, lo cual genera tokens LP del fondo común de Uniswap que representan la cuota de liquidez correspondiente a esos fondos comunes.

  • Se depositan estos tokens LP del fondo común de Uniswap en un contrato de Sushiswap a modo de staking, y esta ofrece la cantidad prorrateada en tokens $SUSHI a medida que se van distribuyendo. De esta forma, se empiezan a introducir en el mercado los tokens $SUSHI entregados a los usuarios que transfieren su liquidez a Sushiswap.

  • En un momento determinado, los contratos inteligentes de Sushiswap convierten todos los tokens LP del fondo común de Uniswap que estaban en staking en tokens LP del fondo común de Sushiswap, al mismo tiempo que canjean todos los activos almacenados en los fondos comunes de Uniswap y los depositan en fondos comunes de Sushiswap idénticos.

¿Qué significa todo esto? Que la liquidez de Uniswap pasaría automáticamente a Sushiswap gracias a los usuarios que buscan conseguir su proporción prorrateada de tokens $SUSHI. De esta forma, no solo se crea un nuevo DEX, si no que se deja fuera de juego a la competencia. Toda una declaración de guerra.

¿Qué ocurrió entonces?

Vamos directos al grano. En resumen, se depositaron cerca de 2000 millones de USD en tokens LP de fondos comunes de Uniswap en contratos de Sushiswap, lo cual generó tokens $SUSHI para los usuarios. El auge estuvo impulsado por los stakers de Sushiswap, que favorecieron que la liquidez alcanzase un APY del 1000 % en determinados momentos. Mientras tanto, estos depósitos tan contundentes hicieron que tanto los DEX como ciertos intercambios centralizados permitiesen operar con $SUSHI, cuyo valor se incrementó rápidamente hasta alcanzar una capitalización bursátil de 300 millones de USD.

La semana siguiente, todo empezó a desmoronarse. El precio comenzó a caer a medida que se otorgaban tokens a los mineros de liquidez, parte de los cuales tenía como único interés venderlos lo más rápido posible. Esta caída llevó a que el desarrollador líder anónimo conocido como «Chef Nomi» vendiese sus tokens de $SUSHI por valor de 14 millones de USD para obtener una financiación segura a largo plazo. Sin embargo, esto impactó enormemente a la comunidad, que lo vio como un acto de traición debido a que, anteriormente, esta persona se había comprometido a no vender ninguno de sus tokens. Acto seguido, fue expulsado del proyecto y, posteriormente, procedió a disculparse y a devolver los fondos.

Sin embargo, el daño ya estaba hecho. A pesar de que Sushiswap consiguiera transferir con éxito la liquidez de Uniswap y lanzar su propio intercambio, el entusiasmo inicial se había ido desvaneciendo. Cabe destacar, a favor de Sushiswap, que actualmente ha optado por seguir su propio camino y se está centrando en posibles integraciones con otras cadenas de bloques, como Solana.

Uniswap, por su parte, no se amedrentó ante este ataque. Si bien antes no disponía de un token nativo, de pronto esto pasó a convertirse en un inconveniente muy importante. Por tanto, el 17 de septiembre lanzó su token de gobernanza $UNI. Al poco tiempo, otorgó el equivalente a 1000 USD en este token a todos los antiguos usuarios de Uniswap para recompensarles por sus contribuciones y su continua lealtad, y destinó el resto al yield farming

Actualmente, Sushiswap cuenta con un nada desdeñable TVL de 300 millones de USD, un volumen diario de 40 millones de USD y una capitalización bursátil de 100 millones de USD. Aunque no está nada mal para un proyecto lanzado hace un mes, sigue siendo incapaz de competir con el TVL de 2200 millones de USD, el volumen diario de 300 millones de USD y la capitalización bursátil de 300 millones de USD de Uniswap. Parece que el veterano ha ganado la primera batalla.

Otros ataques

Aunque es cierto que Sushiswap fue el primero en actuar, otros protocolos han seguido sus pasos muy de cerca. Estos son algunos de los ejemplos más destacados:

Todos estos ataques tuvieron lugar durante los últimos dos meses, con distintos resultados. Cabe destacar que ninguna de las bifurcaciones ha superado al original. No obstante, todas ellas han conseguido sobrevivir y empezar su propio camino con sus respectivas comunidades colaborando para crear funciones destinadas a optimizar sus productos dentro del mercado.

Implicaciones: las guerras entre protocolos y el futuro de las DeFi

El hecho de que ninguno de estos ataques haya superado a los protocolos originales resulta tranquilizador. Si Sushiswap hubiera vencido, se podría decir que el hecho de demostrar que habían dado con un modelo de ataque efectivo implicaba tirar piedras contra su propio tejado. ¡Seguro que no tardarían en llegar bifurcaciones que le diesen a Sushiswap su propia medicina! Sin embargo, su incapacidad para superar a Uniswap, al menos hasta el momento, parece indicar la necesidad de diferenciarse claramente de los competidores para hacerse un hueco dentro del mercado. Curiosamente, la nueva hoja de ruta de Sushiswap sugiere la creación de nuevas funciones más ambiciosas que podrían llevarle a conseguirlo.

Por otra parte, hay que tener en cuenta que los costes de cambio en las DeFi podrían ser mayores de lo que en un principio pueda parecer. A pesar de que resulta sencillo duplicar un código, hay cosas que no se pueden copiar: la comunidad, la marca, la confianza, las integraciones y el interés. Sea cual sea el motivo, los clientes parecen preferir a Uniswap frente a todos los demás, lo cual le ha permitido mantener su posición de liderazgo.

Vamos a realizar algunas observaciones más sobre el tema:

  • Puede que el «lanzamiento justo» a través de yield farming no sea sostenible de cara a un crecimiento a largo plazo: los ataques que estamos viendo en la guerra entre protocolos se basan en distribuir la mayoría, o la totalidad, de los tokens directamente entre los usuarios del protocolo. No obstante, si se desea disfrutar de una sostenibilidad a largo plazo, los incentivos han de ir en la misma línea. Por tanto, ¿cómo se motivará a los desarrolladores para que sigan trabajando una vez que se hayan distribuido todos los tokens? ¿Será capaz la comunidad de llevar estos protocolos emergentes por buen camino con el paso del tiempo? Preguntas complicadas y muchas respuestas posibles. Habrá que esperar para verlo.

  • La gobernanza comunitaria representará un reto: los proyectos descentralizados que apuestan por una gobernanza basada en tokens son aún demasiado recientes y es posible que acarreen muchas limitaciones. Esto resulta aún más llamativo en el caso de los proyectos inmersos en la guerra de los protocolos ya que, además de ser totalmente nuevos, necesitan la formación rápida de una comunidad para prosperar. Por tanto, es más probable que atraigan de forma natural a accionistas a corto plazo, en lugar de a largo plazo.

  • ¿Plutocracia o democracia?: en el caso de Sushiswap, corre el rumor de que un fondo importante podría estar muy involucrado. De ser así, tendría millones de dólares en staking para obtener una cantidad de $SUSHI lo suficientemente significativa como para hacerse con una gran parte del control sobre el futuro del protocolo. Se trata de un tema con muchos matices, pero lo cierto es que este tipo de proyectos podrían acabar pareciendo plutocracias en lugar de democracias.

  • El lado oscuro del anonimato: muchos de estos proyectos están creados por gente anónima (como el antes mencionado «Chef Nomi»), lo cual puede representar una ventaja o un inconveniente. Por una parte, permite que cualquier individuo, independientemente de su procedencia, contribuya al crecimiento del protocolo y posea una parte de este. Sin embargo, también supone una oportunidad para que los ciberdelincuentes creen proyectos dañinos que resulten en estafas y robos de capital encubiertos.

En resumen, se aproxima una nueva era verdaderamente fascinante. Se trata de un caso similar al de las bifurcaciones en la cadena de bloques, como Bitcoin vs. Bitcoin Cash o Ethereum vs. Ethereum Classic, pero con aplicaciones en lugar de cadenas de bloques. De forma similar a lo que ocurre con las bifurcaciones, estas aplicaciones deben formar rápidamente una comunidad, demostrar que ofrecen un producto superior al resto y tratar de superar a sus antecesores. No obstante, tal y como hemos visto anteriormente, es imposible bifurcar una comunidad, unos desarrolladores, una confianza, una marca o un interés.

Esto augura un buen futuro a las DeFi, ya que significa que los fundadores que creen proyectos únicos y trabajen duro para generar una comunidad y un interés sólidos podrían tener capacidad para hacer frente a los ataques de la guerra entre protocolos. En última instancia, esto animaría también a más creadores a construir nuevos proyectos y, por tanto, favorecer el crecimiento continuo de las DeFi.

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