Kin es un activo digital descentralizado diseñado para integrarse sin problemas con aplicaciones móviles y web. Su objetivo es proporcionar un modelo de incentivo incorporado que recompense a los desarrolladores por fomentar un uso más amplio. Las aplicaciones desarrolladas con Kin buscan crear experiencias de usuario basadas en activos digitales atractivas, donde un mayor compromiso conduce a beneficios económicos compartidos para usuarios y desarrolladores. Inicialmente lanzado en 2017 como un token ERC20 en la blockchain de Ethereum, Kin ha migrado desde entonces a la blockchain de Solana, que se esfuerza por facilitar transacciones rápidas con tarifas mínimas. El ecosistema de Kin actualmente incluye más de 60 millones de carteras y ha distribuido más de $70M en recompensas en más de 60 aplicaciones desde su creación.

Kin opera a través de un modelo de ingresos basado en incentivos conocido como el Motor de Recompensas de Kin (KRE). El KRE tiene como objetivo recompensar a los desarrolladores por crear experiencias basadas en activos digitales atractivas que contribuyan al valor de Kin. Este modelo busca fomentar una economía centrada en el usuario/desarrollador, promoviendo la adopción de nuevos casos de uso y la creación de valor para un activo digital. También fomenta el intercambio de valor entre los usuarios, en lugar de explotar los datos y la atención del usuario sin ningún beneficio para los mismos. Kin proporciona a los desarrolladores un camino sencillo para integrar activos digitales en sus aplicaciones web y móviles, utilizando herramientas y tecnologías fácilmente disponibles junto con una amplia gama de SDKs listos para usar.

Kin busca proporcionar un modelo de monetización sostenible y justo que incentive la adopción de nuevos casos de uso y la creación de valor para un activo digital. Su objetivo es realinear a los usuarios y desarrolladores en torno a una economía digital compartida donde los creadores de contenido y los usuarios son recompensados por el valor que aportan a la plataforma. Los SDKs de Kin buscan simplificar las complejidades de la integración de activos digitales, permitiendo a los desarrolladores centrarse en la creación de experiencias atractivas dentro de la aplicación donde los usuarios pueden ganar y gastar sus tokens de Kin. Este enfoque está diseñado para la adopción masiva, eliminando los obstáculos que enfrentan los desarrolladores y proporcionando una experiencia de desarrollo de activos digitales rápida, fácil e intuitiva.

Kin fue inicialmente lanzado en 2017 como un token ERC20 en la blockchain de Ethereum. Desde entonces ha migrado a la blockchain de Solana, que se esfuerza por permitir que las aplicaciones a escala de consumidor realicen transacciones rápidamente con tarifas mínimas. La distribución y la lógica algorítmica del Motor de Recompensas de Kin están supervisadas por la Fundación Kin, una organización sin fines de lucro con sede en Ontario, Canadá. La Fundación Kin controla un tesoro de grado institucional que garantiza la transferencia segura y el uso adecuado de los fondos. El suministro total de Kin está limitado a 10 billones, un número grande destinado a facilitar la adopción masiva por parte de usuarios en todo el mundo mientras aún se realizan transacciones en denominaciones de números enteros.