Around the Block nro. 11: un panorama de las DeFi y los dos extremos del espectro legislativo de las criptomonedas

Un panorama de las DeFi

En medio de un mercado alcista considerable, las DeFi siguen creciendo sin pausa. A comienzos del verano del 2020, el valor total bloqueado (Total Value Locked, TVL) de los proyectos de DeFi creció notablemente. Around the Block ya había explorado las DeFi y el fenómeno de obtención de rendimientos en junio del 2020. Sin embargo, ¿qué pasó desde entonces? En términos sencillos, el vertiginoso ascenso de las DeFi sigue su marcha. Como observamos la última vez, el crecimiento sigue recibiendo el impulso del fenómeno de obtención de rendimientos. Esto es un ciclo virtuoso: la mecánica de obtención de rendimientos induce a los participantes a que agreguen capital → esto, a su vez, aumenta el TVL → que impulsa la tasación de token de control → lo que aumenta los subsidios de la obtención de rendimientos → que hace que el ciclo continúe.

Sin embargo, las verdaderas innovaciones de cero a uno en las DeFi no se pueden dejar de lado al tener en cuenta su historial de crecimiento. Estas son cosas como activos sintéticos (por ejemplo, Synthetix, UMA y Mirror), eficiencia de capital aumentada de los productos financieros (por ejemplo, Aave o Compound), acceso financiero abierto (como préstamos instantáneos y casos de uso de remesas emergentes) y protocolos compuestos que agrupan proyectos DeFi como Yearn, entre muchas otras cosas.

El valor total bloqueado de los protocolos DeFi (TVL) ahora supera los $25.000 millones, es decir, un sorprendente crecimiento interanual del 2500 %. De igual forma, la cantidad de usuarios de DeFi superó los 1,2 millones, como quedó demostrado por la cantidad de direcciones únicas que acceden a los servicios DeFi. Los protocolos populares como Uniswap y Compound tienen entre 200.000 y 500.000 usuarios, mientras que la mayoría de las demás aplicaciones DeFi tienen entre 25.000 y 50.000.

De igual forma, el volumen de las DEX (casas de cambio descentralizadas) sigue teniendo un crecimiento firme desde julio del 2020. El volumen acumulado de las DEX ahora supera el de la mayoría de las casas de cambio centralizadas, que superaron los $10.000 millones por día en enero del 2021.

El volumen fue impulsado por el crecimiento de las DeFi, pero también por el empuje proveniente de mercados de criptomonedas alcistas más amplios y tracción sostenida en categorías donde las DEX tienen ventajas competitivas. Entre estas, se incluye el acceso a una larga lista de tokens DeFi novedosos y cambios eficientes entre activos con un alto nivel de correlación (por ejemplo, stablecoins).

Sin embargo, hoy en día las DEX realizan las operaciones en la cadena principal de Ethereum y, por lo tanto, están sujetas a los agobiantes precios del gas durante períodos de alta demanda. Esto propicia que haya un interés continuo en soluciones de escalabilidad; un hito que vale la pena destacar es que se lanzó Synthetix en Optimism (una solución de escalabilidad basada en rollup). 

Si bien analizar las métricas principales es alentador, no hay que dejar de lado que las DeFi se mueven de forma tan acelerada que es difícil que las personas puedan mantenerse a la par. Estos son algunos temas de alto nivel que nos parecen interesantes: 

  • Los proyectos DeFi están adoptando la capacidad de composición: los nuevos proyectos DeFi presentan primitivas nunca antes vistas o bien agrupan primitivas que ya existen para productos netos novedosos. Imagine que estas primitivas son como ladrillos de Lego. Hace 6 meses, diseñábamos y construíamos ladrillos individuales. Hoy en día, los combinamos para crear autos, aviones y castillos.

  • La capacidad de composición se está extendiendo a las versiones DeFi de las asociaciones: los proyectos DeFi están luchando con preguntas clave sobre fosos, capacidad de defensa y crecimiento de primera línea. Parece que la mayoría de los proyectos adoptan la colaboración comunitaria, ya que creen que las comunidades crean fosos (no se puede bifurcar una comunidad). Esta misma visión es la que fue el puntapié inicial para la creación del token de control y el fenómeno de obtención de rendimiento. Hoy en día, está evolucionando para crear asociaciones y colaboraciones creativas, dentro de las que se destaca la hoja de ruta 2021 de SushiSwap.

  • La escalabilidad se está convirtiendo en un cuello de botella, pero las soluciones están cada vez más cerca: a medida que la cadena base de Ethereum lucha para lograr escalabilidad, distintos protocolos exploran integraciones de forma abierta con redes de capa 2 u otras cadenas de bloques. Hay que prestar atención al progreso que se hará en el 2021, sobre todo en los rollups de Ethereum.

  • La incertidumbre legislativa afecta el desarrollo: en conjunto, la demanda de la SEC contra Ripple y de la CFTC contra BitMEX demuestran que los entes reguladores siguen de cerca a las criptomonedas y no les tiembla el pulso a la hora de cobrarles a los principales exponentes del sector. Sería correcto pensar que habrá una mayor atención en los proyectos basados en DeFi y, además, esta incertidumbre seguirá afectando el desarrollo de las funciones en las jurisdicciones reguladas.

Hablando de legislación...

Los dos extremos del espectro legislativo

Durante el último trimestre, tanto la FinCEN como la OCC presentaron una guía legislativa para las criptomonedas. Aunque ambos organismos están bajo el control del Tesoro de los EE. UU., la guía parece estar en el otro extremo del espectro en lo que respecta a la aceptación de las criptomonedas.

La FinCEN es responsable por el cumplimiento de las leyes KYC/AML, que son de suma importancia para las casas de cambio de criptomonedas como Coinbase (“VASP”: proveedores de servicios de activos virtuales, por sus siglas en inglés). Las casas de cambio de criptomonedas tienen la obligación de verificar la identidad de sus clientes (KYC) y utilizar herramientas forenses de cadenas de bloques para analizar las transacciones de criptomonedas con el fin de garantizar que los depósitos no provengan de fuentes potencialmente ilícitas.

Hace poco tiempo, la FinCEN propuso una modificación a las regulaciones FBAR de la Ley de Secreto Bancario, específicamente a los criptoactivos y los VASP. En resumen, de conformidad con la nueva modificación, los ciudadanos estadounidenses tendrán que informar si tienen criptomonedas o realizan transacciones que superen los $10.000, sin importar en dónde guarden estos criptoactivos. En síntesis, la modificación les exigirá a las personas físicas de Estados Unidos que informen si tienen criptomonedas que superen los $10.000 en cuentas extranjeras. También se les exigirá a las casas de cambio de criptomonedas o a las billeteras que almacenen información de los clientes relacionada con cualquier transacción que supere los $3.000 y que deriven estos datos a la FinCEN cuando una transacción supere los $10.000.

Además, el aviso público tuvo un período de comentarios reducido a 15 días durante el receso navideño en Estados Unidos, lo que presentó una dificultad para que los proveedores de servicios de criptomonedas pudieran responder.

Muchos proveedores de servicios de criptomonedas (CoinbaseFidelitySquareCoinCenterErisX, entre otros) presentaron respuestas de peso que se oponen a la legislación propuesta y destacaron (entre otros aspectos) que la propuesta fue apresurada y que el tiempo para hacer preguntas no fue adecuado.

Desde entonces, el Tesoro extendió el período de comentarios; el futuro sigue siendo incierto debido a la nueva presidencia.

La Oficina del Contralor de la Moneda (OCC, por sus siglas en inglés), una oficina independiente del Tesoro encargada de ayudar a “constituir, regular y supervisar los bancos”, se encuentra en el otro extremo del espectro gracias a una guía reciente:

  • Los bancos federales tienen la opción de ejecutar infraestructura de cadena de bloques [Ene. 2021]

  • Los bancos federales tienen la opción de comerciar con stablecoins [Sep. 2020]

  • Los bancos federales tienen la opción de custodiar criptoactivos [Jul. 2020]

Con esta serie de guías positivas, queda claro que ahora los bancos nacionales pueden participar en la criptoeconomía a través de la custodia y la liquidación. Cabe destacar que la guía de enero del 2021 legitima las cadenas de bloques públicas como una infraestructura de liquidación, lo que coloca a las cadenas de bloques a la par de ACH o SWIFT.

En otras palabras, los bancos federales pueden actuar como grandes validadores de cadenas de bloques (por ejemplo, mineros) o, en términos más prácticos, pueden en última instancia liquidar transacciones en Bitcoin, Ethereum o mediante stablecoins.

En definitiva, este es el primer paso que hay que dar en lo que refiere a las medidas legislativas necesarias para conectar la criptoeconomía con la infraestructura financiera tradicional. También hay que tener en cuenta que, si bien la OCC regula a nivel federal, no es la única entidad reguladora. Habrá interacción entre la interpretación de esta guía a escala estatal y federal. Por otro lado, la implementación llevará tiempo: las cadenas de bloques todavía son relativamente nuevas y carecen de algunas funciones básicas (por ejemplo, privacidad y escalabilidad), pero esto es un desarrollo prometedor.

Hay que reconocer que, desde entonces, el Tesoro extendió el período de comentarios y, debido a la presidencia entrante de Biden, la propuesta posiblemente quede en el limbo.